dilluns, 8 de febrer del 2010

Excès d'optimisme per part de les administracions

Caldria saber què considera l'administració autòmica, en aquest cas, un "humedal recuperado". Molt em temo que no s'acosta gaire a la idea que tenim d'un ecosistema íntegre.


http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idtipusrecurs_PK=7&idnoticia_PK=684956

Los humedales catalanes, a salvo de una crisis como la de las Tablas


• Las recuperaciones en los últimos años han elevado las áreas lacustres a casi 3.000
• La contaminación agrícola es la principal amenaza de Daimiel, el Ebro y los Aiguamolls


Un mes de lluvias lleva a Daimiel del desastre ecológico al milagro

M. J. I.DAIMIEL

El Casino La Armonía ocupa un rincón de la plaza Mayor de Daimiel (Ciudad Real), un amplio espacio porticado del siglo XIII que recuerda al de la cercana Almagro, donde aún se representa teatro al aire libre. El casino es un caserón al estilo de la tierra, de ladrillo visto y ventanas enrejadas. Las tardes pasan lentas en su gran salón: butacas de terciopelo color carmesí, espejos decimonónicos con el nombre del establecimiento grabado en el cristal y una gran pantalla de televisión, donde hoy se puede seguir una corrida de toros.

Los veteranos socios de La Armonía celebran ver una cara nueva en el local, y más si esta les brinda la oportunidad de hablar de las Tablas.El punto de partida de la conversación es unánime: «Hay que hacer algo para impedir el retroceso del parque, porque, si no, estas lluvias serán pan para hoy y hambre para mañana», resume José, un jubilado profesor de primaria «o maestro nacional, como decían antes». Lo que no está tan claro entre los parroquianos es qué se debe hacer. Unos defienden reforzar el trasvase del alto Tajo, ahora que ya está construida la tubería hasta Daimiel. Otros optan por seguir con la política de cierre de pozos emprendida por el Gobierno, a pesar de las reticencias de muchos agricultores daimieleños.

Esta fórmula, la compra de derechos de agua, ha dado ya algunos éxitos, replica la visitante, que menciona el caso del Estany d’Ivars i Vila-sana (Pla d’Urgell), una laguna desecada en 1951 para usos agrícolas y que ahora tiene una lámina de agua de 126 hectáreas. En cinco años –desde que empezó el llenado–, se han instalado en el humedal 212 especies de aves. La recuperación la propiciaron los payeses de la comarca leridana al aceptar desprenderse de sus tierras y, con ellas, de la concesión de agua que les correspondía del canal de Urgell. Esa agua es la que ahora alimenta al lago, donde ya hay varios negocios turísticos.


REALIDADES DISTINTAS /
Pero ¿y a la inversa? ¿Puede extraer Catalunya alguna lección de la experiencia de las Tablas? Es difícil. «Son realidades distintas. Aquí no tenemos ninguna laguna con las características de la de Daimiel», argumenta Joan Casòliva, jefe de sección de Ecologia Aplicada de la dirección general de Medi Natural de la Generalitat. Es más, observa el técnico, los humedales catalanes no solo no están amenazados, sino que pasan por un buen momento: sus aguas –salvo contadas excepciones– están saneadas y el número de áreas lacustres no deja de crecer. «Catalunya es, junto a Andalucía y el País Vasco, una de las comunidades donde más se ha trabajado. Tenemos contabilizados 2.947 humedales, que ocupan 21.219 hectáreas», precisa Casòliva. Y cita algunos ejemplos de mucho mérito: las balsas de la Bòbila de Santpedor (Bages) y el Estany de Sils (Selva).ACTIVIDAD AGRARIA / Si algún símil se puede establecer entre las Tablas manchegas y las zonas húmedas catalanas del delta del Ebro (7.736 hectáreas) y los Aiguamolls de l’Empordà (4.784) es que las tres forman parte del catálogo internacional de humedales protegidos por el Convenio Ramsar y que, en las tres, existe una actividad agraria muy cercana. Los tres espacios comparten, también, la preocupación por la contaminación derivada del uso de fertilizantes y otros productos químicos agrícolas.

La diferencia es que, mientras en Daimiel el reciente aumento del nivel del agua eleva, en opinión de los ecologistas, el riesgo de que lleguen a las Tablas vertidos contaminantes, en el Ebro y en el Empordà los payeses han tomado conciencia y contribuyen a mantener limpios los humedales. En el caso del delta tarraconense, se fomenta el cultivo ecológico y se otorgan ayudas a los payeses que facilitan la nidificación de aves en sus fincas. La convivencia, admiten unos y otros, no es perfecta, pero sí parece posible.

Viatge naturalista a Extremadura i Andalusia (part 3 i final, suposo): Doñana i una nit a la Sierra de Andújar

  Doñana No hi ha futur sense Doñana. No es coneix la llum fins que no coneixes Doñana. No he conegut cap espai natural més fascinant natura...